lunes, 6 de junio de 2011

El impacto del ateísmo en la vida.


Ser ateo es más que negar la existencia de una divinidad superior a nosotros, es más que ser un hombre sin fe en un occidente cristiano. El mayor impacto que ejerce el ateísmo sobre la cosmovisión de una persona, es la asunción de la finitud de la existencia. Para un ser humano resulta prácticamente imposible imaginar una vida finita, es imposible imaginar la "nada", por ende hay una limitación propia del ser humano a ver su vida como algo efímero. La manera más obvia de superar esta limitación es la omisión del cuestionamiento, si uno no se pregunta respecto al final de su existencia, uno puede perfectamente consolidar la creencia de una vida finita. Sin embargo eso se acerca mucho a un dogma, y es acercarse mucho a la religión. Entonces, ¿como puede un ateo asumir de forma no omisiva la ausencia de un creador, la efemiridad de la existencia y la completa ausencia de propósito divino?
Lamentablemente, para quienes buscan una respuesta que satisfaga rápida y completamente estas preguntas, aquí no la podrán encontrar, ya que la única manera de responder a esas interrogantes es mediante uno mismo. El ateo responde a estas preguntas (las cuales son una de las razones por la que la religión, doctrina arcaica, sigue siendo imperante en una sociedad moderna) mediante su ego. Si uno asume como verdad la no existencia de Dios, la falta de sentido de la vida, y la ausencia de vida después de la muerte y no tiene ningún tipo de argumento con que reemplazar estas dudas, solo encontrará angustia e incertidumbre cuando medite las interrogantes. Sin embargo, cuando una persona es capaz de sentir tranquilidad con la inexistencia de un Dios, es capaz de encontrar el sentido en si mismo, y ver su vida no como una "etapa" o un "paso" para otra cosa por venir, sino que como un todo, es el momento en el que el no creyente ha logrado el equilibrio en su ausencia de espiritualidad. Y ese equilibrio es lo que cambia la vida de los no creyentes, cambia la forma de apreciar el tiempo, la existencia, el mundo y los valores.

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